En el artículo de hoy hablaremos sobre los peligros de los intentos de acceso no autorizado y cómo detectarlos a tiempo para prevenir la pérdida de datos e información de una empresa.
Vamos a explicar cómo identificar señales tempranas de intrusión, qué herramientas puedes usar para monitorizar tu infraestructura, y qué prácticas implementar para evitar que un acceso no autorizado cause daño.
Empecemos por el principio.
Un intento de acceso no autorizado ocurre cuando alguien trata de ingresar a un sistema, red o aplicación sin contar con los permisos correspondientes. Estos intentos pueden ser realizados por ciberdelincuentes que buscan datos valiosos, bots automatizados que escanean miles de sistemas vulnerables, ex empleados o usuarios internos con malas intenciones.
Los métodos más comunes incluyen ataques de fuerza bruta, suplantación de identidad (phishing), exploits a vulnerabilidades del sistema, y técnicas de ingeniería social.
Cuando un intruso logra acceder a un sistema o a la información de una empresa sin permiso, esto puede conllevar a consecuencias como: robo de información confidencial como datos personales, financieros, propiedad intelectual, etc. También a una interrupción operativa, como por ejemplo el bloqueo o manipulación de servicios críticos. Por otro lado, supone pérdida de confianza del cliente, especialmente si los datos expuestos pertenecen a terceros o sanciones y multas económicas por incumplimiento de normativas como por ejemplo la RGPD.
La detección temprana es la primera línea de defensa para prevenir una escalada de la intrusión.
Detectar estos intentos antes de que se conviertan en incidentes mayores requiere conocer las señales más comunes:
Si notas un volumen de tráfico inusualmente alto, especialmente proveniente de ubicaciones geográficas poco habituales o desde múltiples IP desconocidas, podría tratarse de un intento de escaneo o ataque automatizado.
Esto suele ser un indicio claro de un ataque de fuerza bruta. Si los intentos provienen de un mismo usuario o IP en intervalos regulares, es importante actuar inmediatamente.
Accesos a horas poco comunes, cambios de ubicación en minutos (por ejemplo, conexión desde España y luego desde China), o peticiones a archivos sensibles sin razón aparente deben encender las alarmas.
Si se detectan alteraciones en reglas de firewall, usuarios con permisos elevados creados sin autorización, o modificaciones en archivos críticos, podría tratarse de un acceso ya comprometido.
La prevención comienza con la visibilidad. Estas son algunas herramientas y estrategias que recomendamos implementar:
Un IDS (Intrusion Detection System) o IPS (Intrusion Prevention System) analiza el tráfico y comportamiento del sistema en busca de patrones anómalos.
Por ejemplo, WWatcher es una herramienta de ciberseguridad específica para evitar el robo de información y la descarga masiva de archivos internos, protegiendo la información interna y privada de una empresa de terceros no autorizados.
WWatcher se conecta con el WorkPlace utilizado por la empresa (Microsoft 365, Google WorkSpace...) y permite limitar el volumen de archivos que se puede descargar un empleado en un día, según su rol y actividad dentro de la empresa. El objetivo es evitar que, en caso de robo de cuenta o contraseñas, usuarios no autorizados puedan descargarse información interna confidencial y sensible de la empresa de forma masiva, provocando un ciberataque por fuga de datos.
Un SIEM (Security Information and Event Management) te permite recoger y correlacionar registros de actividad (logs) desde múltiples sistemas: servidores, bases de datos, firewalls, etc.
Plataformas como Petam.io permiten identificar patrones de comportamiento, automatizar alertas y realizar auditorías detalladas.
Con inteligencia artificial o machine learning puedes establecer perfiles de comportamiento normales para tus usuarios y sistemas. Cuando algo se sale de esos patrones, como un usuario accediendo desde un país diferente o haciendo peticiones atípicas, se genera una alerta.
Esto es especialmente útil para detectar ataques internos o accesos con credenciales robadas.
La autenticación multifactor agrega una capa extra de seguridad, exigiendo más de una prueba de identidad (por ejemplo, contraseña + código SMS). Incluso si un atacante roba una contraseña, no podrá acceder sin el segundo factor.
Además de las herramientas tecnológicas, aplicar políticas de seguridad coherentes es fundamental:
Detectar intentos de acceso no autorizado a tiempo es una tarea crítica y cada vez más compleja, pero no imposible. Con las herramientas adecuadas, una estrategia proactiva y una cultura organizacional enfocada en la seguridad, puedes adelantarte a los atacantes y proteger tu información más valiosa.
En wwatcher.com, ayudamos a empresas como la tuya a implementar soluciones de detección temprana de amenazas, monitoreo en tiempo real y análisis forense para evitar accesos no autorizados y minimizar riesgos.